Todo proceso creativo comienza con un problema que se nos presenta y queremos resolver… pero no sabemos cómo…
En primer momento nos sentimos molestos y nuestro pensamiento está enfocado en el problema. Esto es lo que se llama “pensamiento túnel”, en donde tendrá protagonismo nuestro cerebro emocional.Aquí comienza la primera etapa, llamada preparación, en la que debemos trabajar para soltar nuestro enojo y poder generar relajación. Nuestro cerebro emocional y el hemisferio derecho serán quienes trabajen para generar la mayor cantidad de soluciones posibles.Una técnica que recomendamos para esta instancia es la del pensamiento lateral, de Edwar De Bono.
Una vez que tenemos todas esas posibles soluciones entramos en la etapa de incubación, muchas veces en esta etapa pareciera que no ocurre nada, sin embargo, es un proceso interno muy intenso en donde sentiremos frustración por no tener aún la respuesta adecuada. Aunque en realidad sí hemos logrado respuestas, pero ¿cuál será la apropiada?
Luego surge la iluminación o insight. Es el famoso momento “Eureka”, nuestro cerebro emocional genera alegría y nuestro hemisferio izquierdo ha cumplido su objetivo.
Es aquí cuando pasamos de las ideas a la implementación, comienzan a trabajar nuestro hemisferio izquierdo y nuestro cerebro emocional. Es el momento del análisis, la síntesis y la elaboración.
Finalmente, analizaremos si la solución que hemos encontrado es A.P.T.A., es decir, si es aplicable, posible, tangible y aceptable.
Llegar a la meta y conseguir la solución a nuestro problema es realmente gratificante. Hemos logrado atravesar un proceso movilizante que nos ha aportado mucha riqueza e información valiosa sobre nosotros y nuestro entorno.
¡Ha disfrutar del proceso creativo!
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